Su nombre lo dice todo: Salvador.
Vino a salvarme de caer en el abismo del curso presente.
Estuvo y está siempre disponible.
Es un ángel, la mano siempre abierta.
El que me hace reir, el que me anima, el que me da consejos, el que lo sabe todo ..
¡Gracias, Salvi!
No te debo una, te debo un millón ..
Oh MAY God, qué hubiera hecho sin ti ..