Suele ser factor común, al finalizar el año, que a la gente le dé por hacer balances del periodo pasado. Desde luego, la mayoría de los blogs, fotologs, espacios web y demás lugares tecnológicos de dominio propio que he estado visitando últimamente, así me lo han hecho ver. A este recuento, suelen añadirle un “cutre-collage” de calidad fotográfica y pixelado 0, en el que intentan meter a todas aquellas personas que han querido recorrer la vida con ellos parte de ese tiempo (y si le ponemos frasecitas, corazoncitos, estrellitas o destellos.. ni te cuento lo mono que queda).
Yo me niego.
Me niego a recordar los besos que no he dado, los abrazos que guardé, las palabras con miedo que no salieron, los “no” que me negué a pronunciar, la paciencia gastada con consecuencias, el tiempo agotado con sentir de perdido, la ilusión que se dio por vencida, la vocación frustrada a la fuerza, las malas caras que amargan hasta el café, las habladurías sin fundamento que te golpean en la frente, las lágrimas de hemoglobina, los pedazos rotos de corazón que aún siguen latiendo..
Vaya, lo hice ..
Oh MAY God, hoy, así. Sin más.