lunes, 8 de octubre de 2007



No tengo ganas de tenerte ocupado. Realmente, nunca fuiste mi fuerte. Tan sólo me tientas cuando veo alguna historia bonita que me conmueve, pero de ahí a convertirte en mi aliado, hay un trecho. Tampoco tú pareces ponérmelo fácil, quitándome las gomas de borrar recuerdos y poniéndome cada día una valla más para saltar.


Oh MAY God, eutanasia cardiaca, supongo ..

2 comentarios:

Chio dijo...

¡¡Ay manita!!
Este corazón que nos da tantos sobresaltos, que a veces nos hace sentir la persona más feliz del mundo y otras ocasiones la más triste...
Cosas de la vida que tenemos que aprender, para poder salir adelante pero, ¿¿realmente se llega a comprender al corazón alguna vez...??

Javier Sánchez dijo...

Esto...a mi entradas de gente que se quiere cortar las venas en un blog no, eh? PUTERÍOS AQUÍ NO, JUAN, PUTERÍOS AQUÍ NO...vaaaamos, ni que esto fuera un DIARIO...